Introducción Bodhisattva Lokesvara irradiante, escultura en piedra de Preah Thkol, en Camboya, de los siglos XI y XII, uno de los ejemplos del arte khmer en Laos. El pueblo lao, emparentado con el thai, llegó a Indochina procedente del sur de China y se mezcló con las poblaciones autóctonas para formar pequeños principados. Detalle de los relieves dorados del templo Wat Xieng Thong, uno de los monasterios más bellos de Luang Prabang, Laos, edificado en el siglo XVI por el rey Saisetthathirat. Sus paredes están profusamente decoradas con escenas de la vida cotidiana. Ciudad real de Angkor Thom, el complejo monástico construido a fines del siglo XII por Jayavarman VII, el principal promotor del arte del tercer estilo khmer. En este templo-monasterio vivían miles de monjes y sus inmensos recintos concéntricos albergaban los palacios del rey y los centros administrativos del gobierno. El río Irawadi a su paso por los alrededores del yacimiento de Pagán, Myanmar. El río Irawadi ha jugado un papel importante en la historia de Myanmar, ya que sirvió de vía de comunicación entre los numerosos pueblos vecinos. Los mon, los pyu y los birmanos penetraron a través de él. Pagoda de Shwezigon, en Pagán, Myanmar, un templo de estructura campaniforme, edificado sobre una base en forma de pirámide escalonada. Su construcción fue iniciada por el rey Anawrahta para que conservara una reliquia del Buda y protegiera a su reino. Stupas Pagán, Myanmar, de los siglos XII y XIII. Se trata del último gran templo construido por Narathihapati, cuando la decadencia del Imperio ya era evidente, situación que no desperdiciaron los mongoles para atacar y derrotar a los birmanos. Detalle del templo de Ta Prohm, en Angkor, Camboya, un notable ejemplo de la arquitectura khmer, hoy literalmente devorado por la selva. Fue construido en tiempos de Jayavarman II, cuando el budismo había empezado a cobrar fuerza. Sin duda, el hecho que domina la historia antigua de la península Indochina es la penetración de la civilización india. Este fenómeno transformó profundamente la sociedad, la organización monárquica y la vida religiosa de aquella región. Desde entonces, y hasta nuestros días, la cultura india ha seguido siendo un modelo para aquel territorio, la cual ha conservado en su mayoría la religión budista. Esta “hinduización” no se produjo a consecuencia de una implantación política o militar, sino por la penetración pacífica de una cultura que las poblaciones autóctonas adoptaron por parecerles mejor que la que conocían.